O’Higgins no descansa durante el receso del Campeonato Nacional. El cuadro dirigido por Juan Manuel Azconzábal prosigue a día de hoy con su dinámica de entrenamientos matutinos en el Monasterio Celeste, aprovechando que el torneo vive su momento de pausa por la celebración de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Bajo el propósito de que la plantilla vuelva al calendario oficial en buena forma física y con ritmo de competición, el técnico argentino ha planificado tres partidos amistosos frente a rivales de la máxima categoría hasta que la liga vuelva a reanudarse a comienzos del mes de noviembre.
La primera de estas citas tendrá lugar el 21 de octubre en el estadio El Teniente contra Audax Italiano, que ahora mismo está alojado en la zona baja de la tabla. O’Higgins tendrá que viajar luego hasta la región del Maule para medirse al colista, Curicó Unido, el día 28, y la ronda terminará el sábado siguiente en San Carlos de Apoquindo, donde estará esperando Universidad Católica con el plus de optimismo que está viviendo tras meterse en los puestos que dan acceso a la Copa Sudamericana. En definitiva, un heterogéneo trío de adversarios que puede ser muy útil para recuperar la senda ganadora que dejó Azconzábal en su fase inicial.
El entrenador celeste aterrizó en Rancagua con una misión bastante clara: ponerle remedio al pobrísimo rumbo deportivo que venía firmando Pablo de Muner, su predecesor en el banquillo. El cambio trajo consigo un debut en la jornada número veinte cargado de efectividad y expectativa, dado que el equipo fue capaz de doblegar a Universidad de Chile con un contundente 2-5 a domicilio. Desde ese entonces, la racha continuó siendo prometedora a base de un empate y otro par de triunfos, hasta que a final de septiembre volvieron a aparecer los fantasmas del pasado y se terminaron encadenando tres derrotas consecutivas. Fue un declive anunciado; la falta de estabilidad en la zaga, tal y como se predijo en las mejores casas de apuestas elegidas por ApuestasDeportivas24.com, marcó el destino aciago de los pronósticos.
Cabe destacar que la productividad del proyecto de Azconzábal no está cumpliendo con las expectativas, y es que el club se encuentra en estos momentos peor situado que cuando De Muner dejó el cargo; en aquella fecha el Capo estaba en la decimosegunda posición. Entre los dos entrenadores han convertido a O’Higgins en el segundo peor local del torneo con sólo un par de duelos ganados de los doce que han tenido lugar en El Teniente. Ahora bien, si se pone el foco en torno al rendimiento de victorias que ambos han cosechado en el certamen liguero a lo largo de esta campaña, el nuevo míster puede presumir de tener un promedio del 47% frente al 35% de su antecesor.
El conjunto de Rancagua no parece tener claro todavía cuál es el esquema de juego que mejor se adapta a sus necesidades. En las últimas siete jornadas se han visto de inicio cuatro dibujos distintos y multitud de variantes y retoques sobre el desarrollo de cada encuentro. Azconzábal basa su metodología en el fútbol asociativo. A grandes rasgos, busca generar largas circulaciones en un centro del campo que trata de mantener muy poblado, siempre con la intención de ensanchar hacia los extremos con transiciones rápidas. Es justo ahí donde brilla Facundo Castro, el futbolista más decisivo de los celestes cuando llega el turno de crear ocasiones de peligro. El delantero uruguayo es con siete pases de gol el máximo asistente del campeonato. Lástima que haya decidido no renovar su contrato de cara al próximo año.
Si bien es cierto que a cuatro compromisos de cerrar el curso resulta imposible conseguir una plaza internacional, el verdadero reto de los rancagüinos no es otro que el de librarse a toda costa del descenso. En la actualidad marchan decimoterceros en la clasificación, sólo por delante de Copiapó, Magallanes y Curicó Unido, estando además a ocho puntos de bajar de categoría, por lo que no es época de relajaciones. No en vano, para asegurar la permanencia de forma matemática es preciso obtener media docena de puntos, y los adversarios que aguardan en este último tramo del campeonato no son precisamente asequibles: Universidad Española, Cobresal, Everton y Palestino.