La región del Maule sigue destacándose en el mundo del vino gracias a la bodega Miguel Torres Chile, que ha sido una de las primeras en recibir la certificación internacional de viticultura regenerativa otorgada por la Regenerative Viticulture Alliance (RVA). Este reconocimiento global, que abarca a siete bodegas de cuatro países, avala el compromiso con la sostenibilidad en el cultivo de viñedos, en un esfuerzo por mitigar el impacto del cambio climático.
Esta certificación, otorgada en colaboración con The Regenerative Viticulture Foundation y validada por la entidad certificadora Ecocert, líder mundial en certificación orgánica y sostenible, busca incentivar prácticas agrícolas que no solo mejoren la calidad del vino, sino que también contribuyan a la captura de carbono, ayudando así a combatir el calentamiento global.
En el caso de Miguel Torres Chile, se ha reconocido su labor en las viñas de Huerta de Maule y Santa Digna, situadas en el corazón de la Región del Maule.
La viticultura regenerativa, implementada por esta bodega familiar, tiene como objetivo restaurar la fertilidad natural del suelo, mejorando el ciclo del agua y aumentando la materia orgánica del mismo. Estas prácticas permiten capturar carbono atmosférico, lo que reduce los niveles de CO2, uno de los principales responsables del efecto invernadero. Esta acción es crucial en la lucha contra el cambio climático, y la región del Maule se enorgullece de formar parte de este movimiento mundial.
El distintivo RVA establece dos niveles de certificación. El primero, «RVA Certified», se otorga a aquellos viñedos que aplican todas las prácticas regenerativas, que incluyen el uso de cubiertas vegetales, no labrado y conservación de la biodiversidad. El segundo, «RVA Transition», reconoce a los viticultores que están en proceso de implementar estas prácticas, pero aún no alcanzan su aplicación completa. Miguel Torres Chile ha demostrado ser un referente en la aplicación de estas estrategias.
A nivel global, otras bodegas en países como Francia, Portugal y España también han sido reconocidas con esta certificación, lo que resalta la importancia de la viticultura regenerativa en diversas regiones vitivinícolas. Sin embargo, el logro de una bodega de la región del Maule es particularmente relevante, dado el impacto que la agricultura sostenible tiene en esta zona caracterizada por su rica historia vitivinícola.
Se espera que la primera cosecha de vinos certificados por RVA en la región del hemisferio sur esté disponible en 2024. Este hito posiciona aún más a la región del Maule en el mapa mundial del vino sostenible, consolidando su lugar como una de las zonas vitivinícolas más comprometidas con el cuidado del medio ambiente.