Hoy es uno de los eventos más esperados, que logró trascender de lo deportivo a lo cultural, y extenderse desde las fronteras norteamericanas hacia el resto del mundo. Pero los memorables espectáculos del Super Bowl no comenzaron en este milenio, existen desde 1967, año en que se disputó la primera gran final. Por aquel tiempo, los fuegos artificiales, los grandes patrocinadores y los millones de dólares generados mediante la TV y la apuesta deportiva eran muy lejanos.
En sus comienzos, el Super Bowl, nacido del acuerdo entre las dos ligas más importantes de fútbol americano para definir un campeón nacional, ofrecía espectáculos intermedios con bandas de música de universidades locales. El espacio estaba reservado para jóvenes músicos quienes, con sus orquestas, exhibían el trabajo realizado durante el año.
En ocasiones, algunos artistas populares eran invitados, sobre todo del ámbito del jazz, como Al Hirt, Lionel Hampton o Ella Fitzgerald en la edición de 1972, probablemente la primera en contar con un personaje de renombre. El formato se sostuvo durante toda la década del ’70 y la del ’80, con presentaciones de ese estilo, algunas más producidas que otras, pero siempre priorizando al evento deportivo.
¿Entonces cuándo se convirtió en el mega evento actual?
En el inicio de los años 90, la audiencia del Super Bowl estaba en decadencia, lo que preocupaba a los organizadores e inversores. En 1992 actuó la cantante Gloria Estefan, pero no logró un cambio significativo. El punto de inflexión fue el año siguiente. Para 1993 la cadena NBC se hizo cargo de la transmisión televisiva y realizó una jugada implacable: contrató al rey del pop, Michael Jackson.
Todavía en un momento cumbre de su carrera, el artista ofreció el espectáculo más memorable en la historia de la competición. Interpretó cuatro canciones bajo una puesta en escena deslumbrante, y un cierre con Heal the World coreado por 3500 niños. Además, cambió para siempre el formato del evento. Los patrocinadores se dieron cuenta del negocio que podía representar, y desde ese momento los mega shows caracterizaron al Super Bowl.
Por primera vez, la audiencia del medio tiempo superó a la del partido, algo que en la actualidad ya es común. En los años siguientes, destacaron las presentaciones de Diana Ross y Stevie Wonder, pero la época de total esplendor llegó con el nuevo milenio.
Los espectáculos que quedaron para la historia
Con el show de Michael Jackson ya mencionado, el cual muchos lo siguen colocando en el top de esta categoría, los eventos más destacados del Super Bowl son los siguientes:
U2 (2002)
El primer show tras el atentado a las Torres Gemelas dejó emotivos homenajes por parte de Bono y su banda.
Janet Jackson y Justin Timberlake (2004)
Al igual que su hermano, Janet también hizo historia en este espacio, protagonizando una escena criticada junto al ex cantante de NSYNC. Para el cierre, destapó una parte de su traje, quedando uno de sus senos al descubierto, lo que provocó que la organización del show apele a artistas de rock y deje de lado el pop por unos años. Recientemente se reveló que fue Justin quien insistió con esa acción.
Paul McCartney (2005)
El ex Beatle conmovió a la audiencia con clásicos de su autoría.
Prince (2007)
Considerada para algunos como la mejor presentación, debido a su juego de luces y puesta en escena.
Madonna (2012)
Otro descomunal show, esta vez de la reina del pop, acompañada por Nicki Minaj, LMFAO y un conjunto de bailarines vestidos con estética romana.
Bruno Mars (2014)
El cantante de funk brindó una recordada noche junto a Red Hot Chili Peppers, quienes se vieron algo opacados frente al sonido de Mars.
Coldplay (2016)
El 50 aniversario del Super Bowl se celebró fuerte: una de las bandas del momento, junto a Beyoncé, Mark Ronson y nuevamente Bruno Mars, hicieron delirar a la audiencia.
Lady Gaga (2017)
Tanto el despliegue visual como el vestuario deslumbrante que caracterizan a la cantante, dejaron su presentación entre las mejores y la de mayor audiencia de la historia.
The Weeknd (2021)
La última edición tuvo algunas particularidades: fue la que menos público tuvo en el estadio, debido a la pandemia mundial, que redujo la capacidad a menos de la mitad. La actuación del cantante pop fue aceptable, aunque se esperaban invitadas como Ariana Grande o Rosalía, quienes nunca aparecieron.