Vecinos manifestaron al alcalde Javier Muñoz su inquietud por la ocupación ilegal de la iglesia San Francisco y la instalación de carpas en la remozada plazoleta.
La presencia de personas okupas en el recinto de la Iglesia San Francisco de Curicó y de otras en situación calle que pernoctan en el odeón de la plaza Luis Cruz Martínez, mantienen preocupados a los vecinos de Av. España, quienes señalan que existe cierto grado de inseguridad para quienes transitan a diario por el sector, considerado también como un atractivo turístico debido a la historia comunal que posee.
Debido a estos acontecimientos, los residentes del perímetro representados por la directiva de la junta de vecinos, solicitaron una reunión con el alcalde Javier Muñoz, carabineros, Seguridad Pública y la dirección de Aseo y Ornato para abordar esta problemática que según dijo su presidente Eduardo Espinoza, se ha vuelto cada vez más habitual.
“El principal problema que teníamos era el término de la obra dictaminada por el Consejo de Monumentos Nacionales en la Iglesia San Francisco que ya va a ser entregada y ese lugar va a quedar deshabitado, sin guardias, sin seguridad, sin nada. Ese era el principal tema que teníamos con el alcalde y sus asesores”, comentó.
Espinoza agregó que el resultado de la reunión fue muy positivo. “Nos ha dado una muy buena solución porque nos hemos enterado de que dicha instalación va a quedar en comodato de la Municipalidad de Curicó, por lo tanto, ellos se van a preocupar por la seguridad, de los cierres y la guardia y de que no vengan extraños a ocupar el lugar como sucedió anteriormente, así que estamos muy contentos porque el resultado ha sido muy positivo para nosotros”.
Con respecto a la instalación de carpas en el odeón de la plaza San Francisco, el dirigente vecinal valoró la disposición de los organismos de seguridad para solucionar esta acción que está regulada por la ordenanza municipal sobre Ordenamiento y Uso de los Bienes de Uso Público de Curicó, que prohíbe la instalación de estos refugios en lugares públicos, como también la ingesta de drogas y alcohol.
“Ellos nos han dicho que en cuanto ven alguna irregularidad tratan de acudir, multan a la gente y los expulsan. Contaron que en el último tiempo lo han hecho más de 8 veces y esperamos que poco a poco esto se vaya tranquilizando”, pronunció.