A la fecha de hoy, el Hospital de Curicó, incumple con la ley y con los instructivos procedentes del MINSAL, entregados durante el mes de junio del año en curso, en pleno peak de la pandemia mundial por Covid 19, y que indican explícitamente que las mujeres gestantes, tienen derecho a ser acompañadas por una persona, tanto durante el trabajo de parto, como durante el parto mismo.
En la práctica, contamos con denuncias, de que en el Hospital de Curicó, el acompañamiento es negado y en el mejor de los casos, es permitida la entrada de acompañante, SOLO durante el parto mismo.
Es probable que el argumento institucional, sea el declarar que: “son casos aislados”.
Ante esa respuesta, declaramos categóricamente que aunque fuese un solo caso -que sabemos, no es la realidad- NEGAR EL ACOMPAÑAMIENTO, ES INCUMPLIR LA LEY, y con eso, por cierto, ignorar la evidencia científica, que demuestra los beneficios del acompañamiento, no solo para la paciente, sino que inclusive, para los equipos de salud (sensación de seguridad, disminución de dolor, facilitación de la progresión del parto, contención, comunicación, entre otros)
No da lo mismo, especialmente dado el contexto de pandemia en el que estamos, que las mujeres sean vulneradas en sus derechos. La forma de nacer importa, ya que impacta la salud integral, tanto de la diada madre-hij@, y su entorno.
Negar el acompañamiento, en medio de la pandemia, no está considerando el impacto en la salud mental materna, y los GRAVES efectos que esto tiene en el desarrollo de los bebés. Es imperioso que se comprenda que cuidar la experiencia de la madre como cuidadora principal, es cuidar la salud del bebé y por ende una inversión en el amplio sentido de la palabra a corto, mediano y largo plazo.
En consideración a todo lo anterior, hacemos un serio llamado, al Hospital de Curicó, a respetar:
– Ley 20.584 de “Derechos y Deberes que tienen las personas en relación con acciones vinculadas a su atención en Salud”, de la que se están saltando el cumplimiento del derecho a la seguridad en la atención de salud (Párrafo 1), al ignorar las disposiciones que la autoridad en salud dictaminó, específicamente sobre cómo deben operar los equipos de salud en pandemia, al realizar estas atenciones. Así como evidentemente el derecho a tener compañía (Párrafo 4), principal tema en cuestión.
– Por otra parte, dar cumplimiento a las “Orientaciones para el manejo de casos Sars-Cov 2 (Covid 19) en gestantes, puérperas y/o diadas”, que complementan lo previamente indicado en las “Recomendaciones para la atención de puérperas, niños y niñas, respecto de factores de riesgo de morbilidad materno infantil y su salud mental en pandemia COVID 19”, donde tenemos por ejemplo que, respecto a la atención durante el trabajo de parto (pre parto) “la sospecha o confirmación de COVID-19 no modifica el manejo obstétrico estándar” y más específicamente, respecto al acompañamiento indica que: “se debe mantener el acompañamiento significativo (1 persona sana, durante el trabajo de parto), manteniendo las precauciones estándar más aislamiento de contacto, respiratorio y gotitas”. Este instructivo, también indica “contacto piel a piel en el caso de las gestantes sospechosas o confirmadas COVID-19”. Este punto es relevante, ya que implica al acompañante significativo en caso de no poder la madre hacer contacto “si no se realiza contacto piel a piel con la madre, se podrá realizar con el acompañante significativo sano, elegido por la usuaria”
El acompañamiento es un derecho fundamental, por lo que NO se justifica bajo ningún argumento su obstaculización o negación.
Reiteramos el llamado al Hospital de Curicó, a cumplir con las normativas, e interpelamos a las autoridades a hacer su trabajo fiscalizador y sumarse a exigir que se cumplan.
PÍA BECERRA
Psicóloga Clínica
Especialista en Psicoterapia en Violencia Obstétrica
Integrante Red Parir la Voz y Red Chilena de Salud Mental Perinatal
Voluntaria del Observatorio de Violencia Obstétrica de Chile