Tres meses se demoró el Covid-19 en desintegrar la mal llamada clase media de Chile, la clase media de los años noventa donde las autoridades económicas nos señalaban que prácticamente estábamos como país cercano al desarrollo.
Los accesos a las tarjetas o el dinero plástico fue fundamental para acceder a los avances de la tecnología, comodidades, viajes y placeres que sin ella quizás nunca hubieran sido posible. Pero este país y esta sociedad en vías de desarrollo fue colapsando a medida que el ciudadano comenzó a sobre endeudarse o sea a gastar mas de lo que ganaba lo que originó en muchos hogares y familias hasta lo mas extremo el remate de sus viviendas, sin embargo los números de la economía chilena seguían siendo fuertes, lo índices de crecimiento estaban por los cielos y a nivel mundial las felicitaciones llegaban desde todos los rincones, tanto así que hasta nuestros Ministros de economía eran invitados a países del primer mundo a dictar catedra del ejemplo chileno.
Pero como se escriben los cuentos esta alegría llegaba hasta cierto momento, cuando los noticieros en su sección de economía (de las menos vistas) las autoridades debían anunciar que a nivel mundial se estaba originando una recesión económica, eso si pocos entendíamos lo que significaba una recesión mundial para este país donde nos decían que éramos los jaguares de América y un poquito mas. En la pantalla de la tv aparecía un hombre alto de respeto, mira las cámaras y hace el primer llamado, “hay que apretarse el cinturón” de inmediato se va la mano para levantar el freno de emergencia y detener la emergente economía chilena. Sin embargo, pasados los años esto se fue repitiendo en reiteradas ocasiones y seguíamos en aquella burbuja donde pensábamos que éramos el país que pronto llegaría a la meta del desarrollo. Es así como en aquellas reiteradas ocasiones de recesión económica mundial nos dimos cuenta que el mensaje de apretarse el cinturón estaba dirigido a aquella parte de la sociedad autodenominada “CLASE MEDIA EMERGENTE” la cual al poco tiempo y quienes lograron capitalizar con un poco de suerte y también de esfuerzo se le termino llamando la “CLASE MEDIA CHILENA” porque el resto volvió a la realidad que estaba clasificada socialmente en la pobreza de nuestro país.
Sin embargo en cada crisis económica/política mundial o solamente chilena esta clase media que muchas veces vive con un buen sueldo pero con poca estabilidad laboral, con un buen sueldo pero sobre endeudada donde para optar a las ayudas económicas del estado eres rico y para la banca eres pobre te das cuenta que en un momento como en el que estamos viviendo el día de hoy la Clase media esta naufragando en medio del pacifico y nadie llegara a su rescate ahogandese sin que nadie se de cuenta y que la frase que sale en cualquier conversación de amigos, “a los mas pobres los ayuda el estado y los mas ricos se cuidan solos” el resto que se las arregle como pueda es la verdad. En este caso esa clase media esta prácticamente condenada a volver a sus inicios y jugar el partido nuevamente desde los potreros y si lo asimilamos al futbol un campeonato en los potreros, salir campeón y subir a la B (La clase media emergente) y luego a la primera A, La clase media chilena y para eso debe pasar mucho tiempo.
En estos tiempos de pandemia todo lo de arriba escrito se ha resumido en estos tres meses, el auxilio de la clase media que ven pasar la ayuda por fuera de sus casas haciéndose invisibles a las autoridades que sin duda están haciendo los mejores esfuerzos para llegar con ayuda a todos lados, pero el pecado de ese concepto acuñado hace mas de treinta años atrás los esta dejando fuera, pero en esta oportunidad aun hay tiempo de remediar este episodio de lo contrario nuestro querido país no solo volverá a la B sino que a los potreros.
PD: Sin conceptos económicos y estudios en economía.