Curicó. La Ciudad que Queremos para el Futuro

Una «smart city» es una ciudad inteligente que integra las tecnologías digitales en sus redes, servicios e infraestructuras haciéndola así más eficiente y vivible en beneficio de sus habitantes y empresas. La pandemia nos obligó, a personas de todas las edades, a adaptarnos a la tecnología. Los adultos mayores comenzaron a usar aplicaciones que antes ni se imaginaban.

Es por eso que en nuestro gobierno comunal vamos a desarrollar estas tecnologías en los distintos ámbitos de la vida de nuestra comuna, lo que significará una mejora para toda nuestra comunidad en ámbitos enlazados a la inteligencia artificial aplicada por ejemplo en salud, turismo, seguridad pública, comercio y los mismos trámites de cada uno de los servicios municipales que se podrán realizar de manera remota o a través de tótem instalados en nuestro edificio municipal. Queremos que los procesos sean más EFICIENTES para nuestros vecinos y vecinas.

Lo que vamos a implementar no es solo un concepto, es una forma de vida, en nuestra ciudad que no está ajena a la globalización mundial. Que conserva la tranquilidad de ser orgullosamente de provincia, con la facilidad de acceso de cualquier metrópolis.

¿Se imaginan que pueden acceder a un tótem en la plaza de armas y consultar por eventos culturales en nuestra comuna? O saber que cafetería está abierta, o reservar una mesa para un restaurante o saber cual es la farmacia de turno. Esto y más lo podemos conseguir.

En el desarrollo de la infraestructura digital la prioridad será el desarrollo sostenible, todo esto de la mano de cuidar nuestro medioambiente y es ahí donde la tecnología será un pilar fundamental de este desarrollo, por ejemplo, con iniciativas de cuidados del agua, mejorar el tratamiento de los residuos, tener transporte sostenible (buses eléctricos), etc.

Otra iniciativa que vamos a desarrollar en el ámbito de la seguridad es la instalación de cámaras inteligentes y pórticos en distintos puntos de la comuna que permitirán identificar vehículos sospechosos o por encargo de robo. Aportaremos en el tema vial con la instalación de semáforos con alta tecnología que permitan dar fluidez al tránsito previamente estudiado por ingenieros especializados.

Cabe recalcar que estas iniciativas implicarán realizar transformaciones viales y urbanas para convertir nuestro Curicó en una ciudad tecnológica, una ciudad inteligente. Vamos a transformar a Curicó en un ecosistema digital y seremos pioneros en la Región del Maule.

Javier Ahumada Ramírez
Candidato a Alcalde de Curicó




Boris Durán, Presidente de la Corporación Municipal de Fomento Productivo de Curicó: “Las tecnologías Smart City son aplicables a ciudades medianas como Curicó, no sólo a grandes urbes”.

Una “Smart City”, o ciudad inteligente, es aquella que integra las tecnologías digitales en sus servicios, redes e infraestructuras para hacerlas más eficientes, amigables con el medioambiente, y en definitiva un mejor lugar para sus habitantes.

El próximo 27 de agosto se llevará a cabo precisamente una instancia para ver cómo Curicó podría adoptar estas tecnologías. Se trata del seminario «Smart City y Seguridad Urbana», evento organizado por la Delegación Presidencial del Maule, la Fundación Internacional de Desarrollo Local (FINDEL), y la Corporación Municipal de Fomento Productivo (Somos Pro).

La importancia del evento está en reunir en un sólo lugar a los actores clave para discutir y planificar la integración de tecnologías inteligentes en la ciudad.

“Las tecnologías Smart City son aplicables en ciudades más pequeñas como Curicó, y no solo en grandes urbes. Además, estas tecnologías son cada vez más accesibles, lo que facilita su implementación en ciudades medianas” comenta Boris Durán, Presidente de la Corporación Municipal de Fomento Productivo de Curicó.

Y en este sentido agrega que “hay proyectos que van desde mil millones de pesos en adelante, dependiendo del alcance de la implementación. La tecnología para pórticos de reconocimiento de patentes, por ejemplo, es accesible y no requiere de mucha infraestructura adicional, con los mismos peajes se podría implementar. El software es el componente clave”.

Curicó, y el Maule en general, está pasando por una crisis hídrica que de no tomar medidas sólo se ve que pueda empeorar. Hoy existe tecnología que permite a través de sensores automatizar el riego en calles y parques, detectar cuando y cuanta agua se requiere. “Estos sistemas permiten ahorrar hasta un 90% del agua utilizada en riego”, menciona Durán.

Otro aspecto importante en el que estas tecnologías pueden ayudar a tener una ciudad más eficiente es a través de la gestión de residuos. De la misma manera que el “punto verde” instalado en el Sodimac de Av. Carlos Condell, replicar estas iniciativas en otros lugares podría generar importantes resultados.

“Nosotros gastamos mucho dinero en la municipalidad en recolección de basura, ¿para qué? ¿para que después llegue a los vertederos?. Si pudiéramos avanzar hacia un modelo de gestión más medioambiental, más eficiente, nos ahorraríamos una buena cantidad de plata. Hay que poner el tema sobre la mesa”, detalló el presidente de Somos Pro.

Cambiar la matriz energética del transporte público, por ejemplo, con los buses eléctricos, es un aspecto incluído en la transformación a una “ciudad inteligente”, idea que por ejemplo fue anunciada en la última cuenta pública, y que ya han comenzado a implementar ciudades como Concepción y Rancagua. Este cambio además de ser más amigable con el medioambiente contribuye a tener mayor control sobre posibles congestiones viales.

Por último, no se puede dejar de lado la utilidad de estas tecnologías y la capacidad que tienen para otorgar una mayor sensación de seguridad a las personas. “Sólo decir un dato, según la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, 9 de cada 10 personas tienen una percepción de inseguridad”, comenta Boris Durán.

Botones de pánico, espacios públicos con Wi-Fi gratuito, y aplicaciones que permitan compartir ubicaciones en tiempo real son algunas de las propuestas para mejorar la seguridad urbana. También se discute el uso de inteligencia artificial para el reconocimiento facial y de patentes vehiculares, lo que permitiría una rápida identificación de vehículos robados.

“Quiero señalar que el concepto de Smart City y las nuevas tecnologías son la base de las ciudades del futuro. (…) Curicó ya debe comenzar a caminar en esta senda, de ir visualizando cómo va a incorporar la tecnología al desarrollo de la ciudad” concluye Durán.




Columna de Miguel Arriagada: «Calles en mal estado»

El problema del deterioro de las calles no es sólo de Curicó, ni de la región, es algo que se está dando en todo Chile. “Eventos” como los llaman, en calles y caminos que no tan solo tienen un impacto negativo en lo económico, sino que también en la calidad de vida de las personas.

Estas condiciones viales incrementan los costos del transporte en general, tanto a vehículos particulares como en el transporte público y a empresas de todos los tamaños, en un contexto donde el parque vehicular ha aumentado considerablemente después de la pandemia.

Esquivar los “eventos” y evitar el dañar los autos, aumenta las probabilidades de un accidente, y si a eso le sumamos todo el tiempo perdido en los tacos, se crea una combinación que afecta gravemente la calidad de vida de quienes habitan las ciudades.

Hoy en día, ya no estamos tan solo enfocados en seguir avanzando en la pavimentación de los caminos, sino que en cómo mantener los miles de kilómetros que se han ido sumando y la infraestructura que acompaña, una tarea para la cual el Estado se ha visto sobrepasado, a pesar de los múltiples esfuerzos de los Gobiernos que han pasado.

Uno de los grandes problemas es que la responsabilidad de mantenimiento de las calles y caminos no está claramente definida entre las diversas instituciones: Gobierno Regional, SERVIU, Municipios, etc. Temas tan relevantes, como es ¿Quién absorbe los costos? ¿Quién generar los proyectos? Falta claridad, información, proactividad, y eso provoca finalmente que las calles estén en mal estado.

Actualmente existen tecnologías que permiten mejorar las condiciones de los caminos, asfalto modificado, el uso de hormigón, señaléticas mejoradas, etc. Y también otras que por ejemplo permiten gestionar y optimizar el tráfico en tiempo real además ocupando inteligencia artificial, las llamadas “carreteras inteligentes”. Existen además nuevas fuentes de energía, e incluso otros medios de transporte más sostenibles para desplazarse dentro de la ciudad.

Sin embargo, todo esto implica costos y decisiones de Estado que deben tomarse, especialmente en lo que respecta a la planificación urbana y el transporte público. Los problemas en estas políticas generan consecuencias como el aumento en los tiempos de viaje, mayor consumo de combustible, incremento de accidentes, contaminación ambiental y otros efectos negativos derivados de no contar con una infraestructura adecuada.

Después de lo expuesto, es válido preguntarnos ¿se puede solucionar este problema? Definitivamente, sí. ¿cómo? creando coordinación entre las distintas instituciones y estableciendo claramente las responsabilidades de cada una para usar eficientemente los recursos.

Se tiene que recordar que Chile invierte aproximadamente un 3% del PIB en infraestructura vial y a su vez sin aumento de la movilidad no hay un aumento en el PIB. Esto requiere mayor inversión y más y mejor gestión de los proyectos, dado que se evidencia que las vías se están envejeciendo considerablemente.

Cuando Chile recién partió con todas las pavimentaciones y carreteras, se hizo una gran inversión lo cual fue un golpe fuerte para la economía del país, pero también hay que recordar que después produjo un crecimiento económico significativo.