Columna de opinión: “La asociatividad puede cambiar el mercado de las cerezas”

Por Antonio Walker, Técnico Agrícola, candidato a Constituyente Distrito 17.

 

Este año tras la denuncia de un laboratorio chino, que afirmaba haber encontrado trazos de Covid-19 en una caja de cerezas cuyo proveedor era Chile, se generó una gran alarma en el mercado, dejándonos prácticamente seis días sin venta de cerezas y produciéndonos un gran traspiés.

 

No obstante, es imposible que este virus se transmita por la fruta, dado que tiene una cadena de frío y un transporte de más de 30 días a cero grados, en el que está comprobado técnica y científicamente que el fruto no es portador ni propagador del virus.

 

La situación afectó gravemente a los exportadores del país, produciendo un alto stock y una baja considerable en los precios, incluso para esperar retornos negativos en alguno de esos días.

 

Esta piedra en el camino dejó un sabor amargo en la temporada de cerezas, cuya especie tiene cerca de 55 mil hectáreas plantadas, una estimación para la exportación -de este año- de 67 millones de cajas de frutas y que iba a poder vender cerca de 1700 millones de dólares. A su vez, es una especie que está generando una tremenda cantidad de empleos y otorgando bienestar a muchas personas a través de una remuneración digna, que entrega entre 50 mil y 100 mil pesos líquidos diarios en una jornada de trabajo de 06.30 a 14.00 horas. Además, es una cosecha que se realiza entre Navidad y Año Nuevo, cuando suele haber una mayor necesidad. Y es una actividad que está generando mucho desarrollo, especialmente en el Maule, que es la principal región en producción de cerezas.

 

Quiero destacar que este año fue el Covid-19, pero otro año puede ser un insecto o un problema político con China. Y aquí viene una enseñanza muy importante, tenemos que sacar las lecciones aprendidas de esta temporada en un producto que cada día adquiere más relevancia desde el punto de vista económico y social, especialmente para la región del Maule.

 

Mi llamado es a unirnos, a asociarnos para salir a competir a los grandes mercados. Tenemos que abrir nuevos mercados, diversificar el riesgo y aumentar el portfolio conquistando Europa, Estados Unidos, América Latina, el Sudeste asiático, entre otros. Aunque vendamos el producto a un precio más bajo, tenemos que ampliarnos.

 

También tenemos que unirnos como industria, haciendo una gran alianza público-privada, para autoimponernos ciertas reglas en la calidad y condición de la fruta. Llegó la hora de unirnos entorno a ProChile, al SAG, a la Subsecretaría de Relaciones Internacionales y, entre privados y Estado para sacar las lecciones aprendidas. Pero no puede haber otro año en el que el 100% de la producción se vaya a un solo mercado. Creo que esta es una alerta, una llamada de atención para una industria que sí tiene mucho futuro, donde el producto es de muy buena calidad, condición, calibre y que se adapta al clima mediterráneo que tiene Chile.

 

Por lo que es el momento de la asociatividad, donde debemos fortalecer el Comité de Cerezas que manejan Fedefruta y Asoex porque, seguramente, más adelante producto de lo riesgosa que es esta actividad, tendremos más problemas y no podemos permitirnos depender de un solo mercado, como lo hemos hecho hasta ahora.

 

Hago un llamado a todos los productores de cerezas del Maule, a los pequeños, medianos y grandes, para que nos unamos entorno a un solo objetivo: Aumentar el portfolio del mercado, poner reglas del juego clara y que nazcan del corazón de la industria porque no podemos perder competitividad y, el mejor promotor de este producto es la calidad y condición de la fruta.

 

La cereza tiene alto valor, pero tenemos que tener uniformidad, homogeneidad en lo que estamos exportando. Tal como decía Tom Mathison, un gran productor de cerezas de Estados Unidos: “Esto tiene que ser como una caja de chocolates donde esa caja tenga la misma condición y calidad, no importando la exportadora que comercialice el producto, aquí lo que realmente importa es la marca ´Chile´”.

 




LA BASE DEL PROBLEMA Y LA MANIPULACIÓN SOCIAL

 

Estamos en el año 2021, y sin duda las curicanas y curicanos nos preguntamos qué pasa con el hospital de nuestra comuna. No faltaba otra cosa más que una pandemia para empezar a buscar soluciones, ¿pero de qué soluciones estamos hablamos?: ¿Un “elefante blanco” en medio de la ciudad? ¿Un truco de magia? … ¿O definitivamente están tratando al pueblo como ignorantes? Es este último punto en el que me detendré para la construcción de mi relato.

Hace ya varios meses, y en medio de la pandemia por Covid-19 nos prometieron la entrega del hospital, y ¿qué pasó? Las autoridades del poder ejecutivo, entre ellos mismos se “tiran la pelota” intentando desligarse del tema. Ministros, Subsecretarios, el Intendente; ya no saben qué argumentos dar (y, al parecer, ni hablar de soluciones). Es por este motivo mi molestia. Cómo ellos no se detienen por un momento a pensar que hoy, nuestra región y principalmente Curicó están en una situación de emergencia total, esto por la falta de capacidad operativa y la nula conducción política de un equipo de gobierno que, no ha estado a la altura. Hace algunas semanas, el ex Intendente Hugo Veloso hizo un llamado a estas autoridades para que nos dijeran lo que realmente está pasando, y ¿qué dijeron? Simple… un pase de gol entre nuestras mismas autoridades regionales y provinciales… si llevamos esta situación al ámbito de la ciencia política y a las estrategias de la manipulación, es que nos enfrentamos a una situación muy compleja donde todos formamos parte de un circo que cae en pequeños trucos  como una ilusión. Ejemplos tenemos muchos; como la victimización, la estrategia de diferir, crear problemas y después ofrecer soluciones, o más simple aún, la más conocida de todas: “la distracción”.

Mi pregunta final es:  ¿Qué falta realmente para que Curicó tenga hospital? La obra está lista, tenemos una sobrecarga de hospitalizados, los números de contagios van en constante aumento, ¿Y la autoridad sanitaria qué dice al respecto? Seguimos sumando enfermos y el propio Ministro de Salud, el día de hoy nos dice que este miércoles 24 de marzo, Chile alcanzaría el tope en camas y espacios de hospitalización, entonces ¿hacia dónde vamos? ¿Al despeñadero? ¿Acaso a ser títeres de un Gobierno sin timón ni timonel? Sin duda, hoy los curicanos y curicanas pedimos con fuerza la entrega del hospital. Esta situación no aguanta más, y nuestra población está sufriendo por las pésimas decisiones de nuestro gobierno regional. La gente está aburrida de los juegos de la sucia política, que hoy tiene a nuestro país en un estado de incertidumbre. Es por aquello que debemos trabajar arduamente en reconquistar el corazón de quienes hoy se sienten decepcionados de esta clase, la que sólo nos ha perjudicado, y que no busca soluciones, sino que más problemas para nuestra sociedad.

 

Martín Vicente Valenzuela González

Estudiante de Derecho Pontificia Universidad Católica de Chile

24 años

Candidato a Concejal por Curicó




Opinión: Vuelta a Clases: desconexión total

El Gobierno de Chile sigue sumido en la más completa desconexión con la realidad del país y su red educacional. Las recientes declaraciones del Ministro de Economía, Lucas Palacios, parecen demostrar un profundo desprecio hacia la encomiable labor que han desarrollado los profesores durante la pandemia.

 

Ante la solicitud emanada por parte del Colegio de Profesores y de la Comisión de Educación de la Asociación Chilena de Municipalidades de postergar el retorno a clases presenciales para el día 15 de abril, el Ministro de Economía, Lucas Palacios, declaró: “llama la atención que (los profesores) busquen por todas formas no trabajar (…)”. Asimismo, el Senador oficialista Iván Moreira (UDI) sostuvo que “muchos profesores han estado de vacaciones todo el año”.

 

Días más, días menos, declaraciones cruzadas, calendario de vacunación cumplido según lo dispuesto, protocolos al interior de las aulas… La discusión sobre el retorno presencial a clases presenta elementos que no pueden (ni deben) ser obviados. No podríamos afirmar que la educación remota reemplaza a la educación presencial sin tener que caer (casi maliciosamente) en la más profunda deshonestidad intelectual, como tampoco podemos reducir el debate a uno binario: buenos y malos, blanco o negro.

 

El retorno a clases presenciales es indispensable (realidad innegable), entonces ¿realmente los profesores estuvieron de vacaciones?, ¿realmente los profesores no quieren trabajar?

 

La pandemia producto del Covid-19 obligó a profesores a asumir el gigantesco desafío de repensar y resignificar la sala de clases. Los gritos en la sala de clases se reemplazaron por el acople de sonidos producido por los micrófonos abiertos, las sillas donde antes encontraban las caras de los alumnos fueron reemplazadas por las cuadrículas en la pantalla (siempre y cuando tuvieran las cámaras encendidas), las preguntas del final de la clase se transformaron en emails. La resignificación de la sala de clases también supuso una tarea para los profesores, ya que tuvieron que desarrollar rápidamente las competencias necesarias con respecto a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS), desafío que tuvo que ser asumido rápidamente, incluso por docentes con nula relación anterior con las TICS.

 

En un país en que el 13% de la población no posee conexión a internet, el rol de los educadores no caducó. Un ejemplo claro de lo anterior es el de Maritza Figueroa, profesora de la comuna de El Carmen, quien recorrió más de 150 kilómetros por caminos rurales para dar apoyo académico y contención emocional a sus alumnos. Así, la labor educacional no cesó en ningún momento, al contrario, muchas veces los profesores tuvieron que redoblar sus esfuerzos para entregar los conocimientos necesarios a sus pupilos.

 

Lejos del estado de tranquilidad y paz que entregan las vacaciones, una encuesta realizada por “Elige Educar” indicó que un 77% de los profesores afirmaron estar “estresados” o “muy estresados”. También, el mismo estudio muestra que un 87% reconoció estar agobiado o que un 83% confesó tener problemas para conciliar el sueño.

 

Por último, el 1 de Marzo o el 15 de Abril volverán las clases presenciales en Chile, es un hecho. Otro hecho es el siguiente: los profesores de nuestro país nunca dejaron de trabajar ni se fueron de vacaciones, al contrario, siempre se mantuvieron conectados y pendientes a los desafíos que la pandemia supuso para ellos y sus alumnos, un esfuerzo encomiable que nadie podría desconocer (excepto, quizás, quienes llevan 4 años desconectados del país que gobiernan).

 

MARTIN   VALENZUELA

 

 




Alberto Martínez, Precandidato a Gobernador por la Región del Maule: “QUIERO SENTAR LAS BASES PARA MEJORAS REGIONALES A LARGO PLAZO”

VicePresidente del partido Ciudadanos en la Región del Maule, Alberto Martínez sueña con poner al servicio de la región, la experiencia capitalizada a lo largo de su trayectoria.

Ingeniero mecánico de la Universidad de Talca, hizo su especialidad en programación de robots en la Universidad Tecnológica de Dresden, en Alemania. Posteriormente, cursó un MBA en la Universidad de Talca y una Maestría en Ingeniería con especialidad en sistemas de calidad y productividad en la Universidad Tecnológica de Monterrey, en México.

Durante su largo derrotero laboral se desempeñado en diversos rubros, tales como el agrícola, forestal, transporte de carga terrestre, construcción, ingeniería, construcción de maquinaria automatizada, por mencionar algunos. Asimismo, ha sido académico de la Facultad de Ingeniería y del MBA de la Universidad de Talca, entre otras instituciones.

Sobre su candidatura como Gobernador por el Maule, dice tener las competencias técnicas y el conocimiento en terreno en el ámbito agrícola, transportes, servicios y comercio, los cuales son estratégicos para un cargo como este. “Tengo la experiencia necesaria para ser un buen candidato y para desarrollar un proyecto que mejore efectivamente la calidad de vida de las personas de la región. La idea es, a través de los organismos que uno dirige como Gobernador, distribuir la matriz productiva regional, desde un punto de vista silvoagropecuario”, asegura.

Martínez aspira a transformar la zona en una que se caracterice por su agricultura intensiva, capaz de generar mejores negociaciones y de crear alianzas y asociaciones virtuosas entre diferentes actores, que favorezcan a quienes viven del campo. Con ello se propone dar nueva vida a una actividad que está en los orígenes de la historia del Maule.

“En las ciudades de la región, en tanto, me gustaría proporcionar a las personas un mejor vivir. A través de los fondos del gobierno regional, mejorar la calidad de vida urbana, construir más ciclovías, fomentar el transporte sustentable, promover procesos de reciclaje relacionados con la basura y los residuos en general -incluidos los desechos agrícolas- disminuyendo los costos de recolección, de modo de poder usarlos como materia prima, producción de abonos o energía. Me mueve sentar las bases para un proyecto regional a largo plazo. En cuatro años dejar planteado un plan a 20 o 30 años”, enfatiza.

 

¿Cuál es su compromiso con la Región del Maule?

Mi principal compromiso es administrar, con una mirada de mediano y largo plazo, la implementación de políticas, estrategias y proyectos de planes regionales de desarrollo en las zonas rurales y urbanas. Plantear una estructura productiva, en la que se aprovechen de mejor manera las ventajas comparativas y se promueva la agrupación legal de sectores productivos o de servicios para generar negociaciones más justas.

En cualquier cargo público los equipos son fundamentales. Por ello, creo crucial nombrar a funcionarios que sean profesionales del área o especialistas en los asuntos que el cargo requiere. En este sentido, y en general, me parece medular velar por el cumplimiento de las normas, la ley y la ética. La probidad será un eje inamovible en mi gestión.

¿Cuáles son los principales objetivos que tendrá como Gobernador?
Me parece muy importante mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región, en el marco de las competencias del cargo. También, representar a la ciudadanía frente al Delegado Presidencial, para lograr acuerdos que beneficien a los habitantes del Maule. Del mismo modo, hacer partícipe a los ciudadanos, a través de sus dirigentes vecinales, en las soluciones de problemáticas locales. Esta pandemia nos ha demostrado que las mejores soluciones surgen en el pensar y accionar conjunto.

Me interesa sobremanera reestructurar o potenciar la cadena productiva de la región, incorporando las casas de estudios superiores, para alcanzar el máximo potencial disponible, como así también incentivar y ayudar al desarrollo empresarial local.

¿Cuál es la principal medida que piensa tomar para garantizar el recurso hídrico para los agricultores regionales?
Una de las variables principales en la cantidad de agua disponible es exógena. Hablamos del clima, por lo que la forma justa es velar para que se respeten los derechos de agua destinados al riego versus los de generación, teniendo en cuenta una gestión eficiente y sustentable del recurso hídrico, asegurando el consumo humano, construyendo una red de agua potable en sectores donde aún no existe y promoviendo la inversión en sistemas de riego por goteo más eficientes.

¿Por qué eligió un partido de centro como Ciudadanos para llevar adelante su candidatura?
Porque los extremos son poco eficaces en sus procesos; los ciega la ideología. El centro político, en cambio, es capaz de rescatar lo realmente valioso para la ciudadanía y la sociedad, sin ideología de otro tipo que la política del bien común.

¿Que opina de la acción del Gobierno en relación a la crisis social?
Ningún Gobierno de las últimas tres décadas habría enfrentado bien una crisis como la de octubre de 2019, debido a que ellos son parte del problema expresado por las personas. El tema central de la crisis es una clase media olvidada, abandonada por todos los gobiernos; una clase trabajadora de la cual se ha obtenido todo el crecimiento alcanzado y que, con su trabajo, ha permitido al país un crecimiento importante desde los 90 en adelante. Con sus ahorros se ha financiado a las grandes empresas y bancos, con sus impuestos se ha hecho posible la ayuda social; por lo tanto, siente que lo entregado no se condice con lo recibido, pues para sus necesidades y expectativas de una vida mejor no ha habido fórmulas serias.

Es momento de sentarse a planificar un Chile más justo para todos y no sólo para los ricos o los más necesitados, sino también para la clase media. El abandono de este segmento se ha visto nuevamente en medio de la pandemia. El Gobierno no ha sido capaz de ir en ayuda de la clase más multitudinaria y también afectada por esta crisis sanitaria y económica.

¿Que opina de la conducción del Gobierno en la pandemia?
En términos de planificación de atención hospitalaria, según las cifras ha tenido éxito, pero en el manejo a nivel de contención, los resultados no hablan de una gestión eficiente. El modelo dinámico implementado, con cuarentenas por sectores o comunas, no dio los resultados esperados. Tampoco resultó lo de definir algunas actividades como necesarias y otras no. Han habido acciones, a nivel regional, que llegaron con retardo y que derivaron en un alto nivel de contagio. Ahora, por supuesto, debemos reconocer que la responsabilidad de quedarse en casa pasa también por la población, que en ciertos sectores hace caso omiso.

En términos económicos, donde el manejo debió haber sido prioritario para poder contener el ámbito sanitario, la acción ha sido deficiente: la entrega de ayudas ha llegado tarde y mal a todos los sectores, muy especialmente a la clase media. Esa clase no recibe ayudas y los anuncios de créditos blandos son prácticamente una falta de respeto, pues los requisitos que se exigen, hacen imposible poder obtenerlos. Esto hace sentir a un gran sector de la población como una ciudadanía de segunda clase, abandonada por el Estado en el momento más critico de la historia del país, en al menos un siglo.

¿Cuál sería su propuesta concreta para ir en apoyo de las pymes y la clase media?
Si bien es cierto existen variadas plataformas que van en ayuda de las pymes, no existe conocimiento en el comercio maulino. Lo he podido comprobar. Sería de gran utilidad, promover las medidas, comunicarlas adecuadamente y cooperar en su difusión y uso.

Creo que también es clave la capacitación a dueños de pymes en cómo generar nuevos negocios a través de la integración vertical. En palabras simples, cómo hacerse proveedor o cliente de su negocio actual. Hacer más profesional el proceso, el servicio y, por cierto, el producto final. Capacitar en cómo escalar los negocios, llegar a nuevos mercados y, lo que está hoy tomando mucha fuerza, el comercio electrónico y el delivery.

Una buena alternativa es una inyección de recursos con préstamos de largo plazo a tasa cero y con al menos dos años de plazo para empezar a pagar, todo basado en las ventas anteriores a octubre de 2019 y con un plan que justifique la inversión en activos y capital de trabajo.

¿Usted está en contra o a favor del retiro del 10% de fondos de las AFP?
Si bien es cierto no es lo que hubiésemos querido, porque efectivamente afectará las pensiones, la discusión aquí no es sobre números sino sobre una urgencia social, debido a las necesidades que presenta hoy la clase media, que se encuentra en un estado de vulnerabilidad muy grande. Hoy la gente de la clase media debe a lo menos dos meses en sus tarjetas de crédito, tiene impagos créditos hipotecarios, mensualidades en educación, cuentas de servicios de agua, energía eléctrica, gas, Internet. En fin, podemos dar un listado no menor de deudas y carencias, mientras los bancos, a través de sus empresas de cobranza, anuncian las penas del infierno para quienes están por cumplir los 90 días de morosidad. Por ello, veo que el retiro del 10% es una forma de subsanar las necesidades de una clase constituida por 8 de cada 10 ciudadanos en Chile. Desde mi punto de vista, el Estado debiera, en el mediano plazo, reponer dichos fondos.

Sabemos que esta discusión trae aparejado otros temas no menores, como un Chile Vamos cuestionado y con posibilidades cada vez más remotas de volver a ser Gobierno. Por otra parte, el sistema actual de ahorro previsional no es el que los chilenos nos merecemos ni queremos. Con nuestros ahorros se ha financiado la banca durante décadas, como así también las empresas de energía y producción de bienes y servicios, algunas de las cuales se han coludido, perjudicando a los mismos ciudadanos que les han permitido crecer. Todo esto tiene a nuestro país en un ambiente de crispación que es razonable y comprensible. Es momento de modificar profundamente el sistema de AFP.