El Hospital de Curicó es el principal campus clínico de la Universidad de Talca, ahí los estudiantes de diferentes carreras del área de la salud realizan sus prácticas y actividades curriculares.
Con el objetivo de orientar este trabajo, es que se desarrolló el primer curso para tutores, en busca mejorar la experiencia de aprendizaje y aportar a la salud mental de los jóvenes que se encuentran en proceso de formación profesional.
“Los invitamos a reflexionar sobre el quehacer del tutor, que es muy diferente a cuando ellos fueron estudiantes, les entregamos algunas sugerencias desde el quehacer práctico en el área de la salud” comentó la vicerrectora de Desarrollo Estudiantil de la Casa de Estudios, Paula Caballero
“Rompiendo paradigmas de la tutoría clínica” se llamó la charla que guio la actividad, y cuyo sentido fue otorgar herramientas de carácter más pedagógico a los tutores, quienes además deben acostumbrarse a nuevas realidades sociales y tecnologías propias del área de la salud.
La asesora pedagógica de la Academia Docente de la Universidad de Talca, Marcela Morris, recalcó que la instancia es fundamental para que los tutores clínicos adquieran herramientas para desarrollar de mejor forma su labor. “Es un curso que ha sido gestado por profesionales de la institución dada la responsabilidad social y el compromiso que tenemos para mejorar día a día el aprendizaje de nuestras y nuestros estudiantes”.
“Encuentro una excelente oportunidad. Este es un proceso bidireccional, que es responsabilidad de la Universidad y de nosotros (Hospital), me parece maravilloso que tengamos la posibilidad de aprender para poder enseñar de la mejor manera posible”, comentó Belén Briceño, jefa de la Unidad Fonoaudiología del recinto hospital.
El Hospital de Curicó cuenta actualmente con más de 300 tutores que trabajan a diario con estudiantes internos que realizan sus prácticas en el recinto. En esta primera instancia del curso participaron 35 de estos profesionales.