Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, los países de América Latina han desarrollado estrategias para sostener actividades educativas a distancia. Esto se implementó en todos los niveles: desde la formación primaria y secundaria, hasta las carreras de grado, posgrado e incluso cursos y capacitaciones complementarias.
Para sostener la educación escolar de los menores de edad, los gobiernos de la región dispusieron plataformas educativas virtuales, en cooperación con empresas -como Microsoft, Cisco y Google-, y con organismos multilaterales. Google Classroom y Moodle fueron las más utilizadas.
Sin embargo, para aprovechar estas soluciones de educación en línea es indispensable contar con conectividad y dispositivos de acceso. Según la CEPAL, en la región el 46% de los niños y niñas de entre 5 y 12 años vive en hogares que no están conectados a Internet. Esto implica la exclusión de más de 32 millones de infantes.
El acceso a los dispositivos digitales es también desigual: mientras que el 75% de los estudiantes de niveles socioeconómicos más altos tienen computadoras portátiles, solo entre el 10% y el 20% de los hogares de menores ingresos cuentan con estas herramientas.
Para garantizar una educación inclusiva y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de todo el ciclo educativo, se debe invertir no sólo en conectividad e infraestructura, sino también en las habilidades digitales de los docentes.
No obstante, en aquellas zonas donde la implementación de las TIC y la virtualidad no ha sido tan desafiante, el 90% de los docentes considera que podrán mantener las herramientas tecnológicas de trabajo aun cuando se retome la presencialidad.
La educación online ha avanzado también en carreras de grado y posgrado. Un estudio de UNIR y Gad3, revela que el segmento online en el estudio de grado ha aumentado un 5%, mientras que en másteres y posgrados el incremento es más significativo y alcanza el 26%.
Según una encuesta de Ipsos a nivel global, el 49% de las personas considera que, dentro de cinco años, la enseñanza superior en su país se realizará de forma tanto online como presencial, adoptando un modelo híbrido. Un 23%, por su parte, cree que esta será mayoritariamente -o totalmente- online.
El modelo de aprendizaje virtual ganó gran relevancia también en cursos y capacitaciones libres. En un estudio realizado por PageGroup a más de 6.400 candidatos en América Latina, la mayoría declaró haber realizado algún curso online, siendo Perú y Colombia los países con más respuestas positivas, con un 81% y 74% respectivamente.
La formación más solicitada es la que se enfoca en las “habilidades del futuro” requeridas por el mercado. Así, además de cursos de inglés, la mayor cantidad de solicitudes se concentró en los cursos de marketing digital, programación, ciencias de datos y diseño UX/UI.
Es evidente que la educación en línea ha instaurado un nuevo paradigma digital. Si bien en los niveles de primaria y secundaria será necesario un retorno a la presencialidad, en la formación de grado y cursos libres esta modalidad reporta